Pasteles de Pollo Salvadoreños

Poner 5 tazas de agua en un recipiente de tamaño mediano a fuego medio-alto con 1 sobre del consomé de pollo, las hojas de laurel y 1/2 cdta. de Adobo. Dejar que hierva, añadir el pollo y dejar que vuelva a hervir. Bajar el fuego y cocinar a fuego lento de 12 a 15 minutos, removiendo de vez en cuando, o hasta que el pollo quede bien hecho (el termómetro de lectura rápida debe marcar 165°˚F al pincharlo en la parte más gruesa del pollo).

Pasar el pollo a una tabla de cortar (reservando el líquido) y dejar que se enfríe un poco. Desmenuzar el pollo con la ayuda de 2 tenedores.

Añadir 2 cdas. de aceite en un sartén grande a fuego medio. Incorporar la cebolla y cocinar por 2 o 3 minutos, o hasta que se ablande, removiendo de vez en cuando. Añadir las papas con 1/4 de taza del líquido reservado y cocinar de 8 a 10 minutos, o hasta que queden tiernas, removiendo de vez en cuando. Incorporar los guisantes y las zanahorias, los tomates, y cocinar de 3 a 5 minutos, o hasta que las verduras queden tiernas y crujientes, removiendo de vez en cuando. Añadir el pollo y 2 cdas. más del líquido reservado; remover para combinar, y luego retirar del fuego.

Mientras tanto en un recipiente de tamaño mediano, combinar la Masarepa con el sobre de consomé de pollo restante, el sazón, el bicarbonato y el Adobo restante. Incorporar poco a poco 2 tazas y media del líquido reservado y 1 cda. de aceite para formar una masa blanda. Amasar por 5 minutos, o hasta que la masa quede suave.

Dividir la masa en 12 bolitas del mismo tamaño. Aplastar las bolitas con las manos mojadas para formar discos de 5 pulgadas y colocarlos lado a lado en la superficie de trabajo, o en una bandeja para hornear. Repartir el preparado a base de pollo entre los discos en porciones de igual tamaño y doblar por la mitad, presionar los bordes para sellarlos y contener el relleno.

Calentar el aceite restante en un sartén grande y hondo a fuego medio a 350˚F, o hasta que comience a hervir. Freír los pastelillos de 3 a 5 minutos en tandas para evitar que se amontonen, dándoles la vuelta una vez, o hasta que se doren y queden crujientes. Pasar a un plato forrado con papel de cocina para absorber la grasa. Servir con Curtido Salvadoreño.