Familia y fitness
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Entender la importancia de la cocina saludable, la nutrición, el estado físico y el bienestar general no solo es fundamental para que los padres lo practiquemos, sino también para que se lo enseñemos a nuestros hijos. Cuanto antes pongamos en práctica hábitos saludables en la familia, mejor. Los padres tienen la responsabilidad de ser modelos a seguir para los hijos, de manera que, a su vez, en el futuro, los hijos puedan transmitir esos mismos buenos hábitos a sus hijos, y a las generaciones venideras.
1. Introduzca ingredientes más saludables en sus comidas.
Siempre que sea posible intente sustituir algunos ingredientes de sus recetas por opciones más saludables. Algunos de mis edulcorantes alternativos favoritos para productos de repostería y horneados incluyen la miel cruda orgánica, el puré de manzana, el jarabe de arce orgánico, el néctar de agave azul y el azúcar de coco. Otra sustitución saludable es intentar reemplazar la harina blanca por harinas más saludables, como la harina de almendras, la harina de coco, la harina de trigo integral, o la harina de garbanzos. Estas harinas integrales contienen nutrientes, fibra y componentes saludables naturales y son excelentes para la salud digestiva.
2. Enseñe a sus hijos la importancia de la nutrición a una edad temprana.
Una de mis tácticas para conseguirlo consiste en explicarles la importancia de los alimentos y cómo ayudan a nuestro cuerpo, mostrarles en qué consiste una comida saludable y convertirlo en una rutina. Enséñeles el tamaño adecuado de las porciones y, por último, sea un modelo a seguir cada día, para que lo entiendan como una rutina alimentaria a seguir.
3. Tómese el tiempo necesario para preparar las comidas.
Me gusta crear un concepto de “Grab and Go” en mi casa. En la vida diaria somos más propensos a comer algo poco sano o desequilibrado cuando tenemos hambre y no tenemos la paciencia o el tiempo para cocinar en ese momento. Por eso, uno de mis trucos es preparar todos los domingos, antes de la semana laboral, dos productos ricos en proteínas, tres verduras y dos cereales integrales en recipientes grandes en el refrigerador. De esta manera, cuando tenga hambre puede crear fácilmente, y en tan solo unos segundos, una comida equilibrada a lo largo de la semana.
4. Recompense a sus hijos con una actividad y no con alimentos.
Los médicos sugieren que los adultos eviten usar la comida como recompensa para los niños. Los estudios demuestran que muchos adolescentes y adultos que experimentan estrés, tristeza, depresión, ansiedad, etc. tienden a comer en exceso o a consumir alimentos poco saludables que les recuerdan a su infancia para sentirse mejor. Los expertos dicen que premiar con actividades físicas y manualidades es mejor. Algunas ideas pueden ser la planificación de un viaje especial, una excursión divertida, como ir al zoológico, a la estación de policía o de bomberos, a la biblioteca, o ver una película. También puede hacer recompensas aún más sencillas, como regalarles materiales escolares nuevos, dejarles tiempo adicional para leer antes de acostarse, o tal vez permitirles organizar una piyamada con un amigo favorito.
5. Planifique bien su tiempo.
La gestión del tiempo puede ser una tarea sencilla si tiene un sistema. Para mí, es un proceso de tres pasos. Primero, hacer una lista de todas las tareas, grandes o pequeñas para todo el mes. A continuación, lo desgloso por semana, y luego, por día de la semana. El último paso es establecer en la lista diaria cuándo completará cada tarea durante ese día específico. Lo más importante es ser realista cuando distribuya el tiempo entre las tareas y priorice los objetivos para programarlos de manera eficiente en su lista diaria.
6. Manténgase motivado.
La motivación es como una ecuación científica. El primer paso es adquirir una mentalidad positiva. Cuando vemos algo de forma positiva, ello nos produce buenas sensaciones. Estas sensaciones se convierten en acciones. Las acciones luego producen resultados, y los resultados son los que lograrán crear un estilo de vida a partir de ese hábito magnífico y saludable.
7. Mantenga activa su familia.
Elija actividades que usted y su familia puedan disfrutar juntos. Organice actividades divertidas para que toda la familia quiera participar. Algunas actividades recomendables para mantenerse activo incluyen ir a la playa, acampar, hacer picnics en un área de juegos, andar en bicicleta, dar un paseo por la naturaleza jugando a la búsqueda del tesoro, o ir a pescar.
8. Coman juntos en familia.
Apague todos los aparatos electrónicos a la hora de comer. En un estudio reciente de la Universidad de Columbia, el 71% de los adolescentes dijeron que consideran hablar, ponerse al día y pasar el tiempo en familia como lo mejor de las cenas familiares. Un informe de CASA reveló que los adolescentes que tienen entre cinco y siete cenas familiares por semana tenían el doble de probabilidades de recibir calificaciones de A y B en la escuela. Otra investigación que examinó a 5,000 adolescentes ha demostrado que los niños que comen con sus padres con regularidad tienen más probabilidades de ser emocionalmente fuertes y de tener una mejor salud mental.
9. Cree hábitos alimenticios saludables en casa.
Haga cumplir la regla de que los alimentos se deben comer en la cocina en una mesa designada para ello, y no en la sala de estar o en el sofá. Esto evita el mal hábito de comer en exceso mientras se ve la televisión, que es un factor importante que contribuye a la obesidad.
10. Ahorre tiempo en la cocina comprando alimentos congelados o cocinando en “Slow Cooker”.
Las verduras congeladas ya están limpias y preparadas para usted, lo que le ahorrará tiempo. Las comidas en olla de cocción lenta o “slow cooker” a menudo requieren menos ingredientes y menor atención, por lo que facilitan poder realizar otras actividades de su lista de tareas al mismo tiempo, sin miedo a que se queme su guiso.
11. Construya un jardín con su familia.
No solo es una gran actividad para sacar a los niños al aire libre, sino que, además, enseñarles habilidades de causa y efecto, puede ayudar a desarrollar su aprecio por las frutas y verduras frescas.
12. Enseñe a su familia la importancia de la hidratación.
Los estudios clínicos han demostrado que el 37% de las personas confunden la sed con las molestias del hambre. Para comprender cuánta agua debe consumir en un día, mida su peso y divídalo entre 2. Esta será la cantidad de onzas de agua que debe beber al día.
13. Prepare más comidas caseras.
Como promedio, la comida de un restaurante tiene hasta un 60% más de calorías que una comida casera porque hay más opciones, y menos saludables, para elegir y las porciones suelen ser mucho más grandes.
Danielle Formaro
Mighty Mamma, LLC
mightymammafitness.com